Lo mejor del mundo de la moda se encuentra en Londres. Un estudio realizado por Global Language Monitor sitúa a la capital británica como principal exponente de la moda
Hablar de moda es hablar de París, Milán, Londres y Nueva York. Estas cuatro ciudades son sinónimo de tendencia, diseño y alta costura. Cualquier diseñador que se precie aspira a mostrar sus trabajos sobre las pasarelas de sus mundialmente reconocidas Semanas de la Moda. Y es que, estas cuatro capitales son desde hace décadas las mayores exponentes del glamour y las marcas de lujo.
París, cuna y madre de la moda
Lejos de lo que se pueda pensar, París ya no es la favorita. Madre de la Alta Costura, desde el siglo XVIII fue el principal referente de la moda. Actrices, princesa y las damas más adineradas de la alta sociedad europea viajaban a la ‘Ciudad de la Luz’ en busca de la exclusividad de sus costureros. París alumbró la moda y su creador fue Charles Frederick Worth. El diseñador británico, el primero de la historia, transformó la industria de la costura parisina, elevándola a la categoría de arte. Después llegaron Poiret, Chanel, Vionnet, Yves Saint Laurent, Pierre Cardin, André Courrèges, y como no, Lacroix; diseñadores esenciales al hora de hablar del papel de París como referente de la moda.
Tras la Segunda Guerra Mundial, Nueva York ocupó un puesto de referencia en el sector de la moda, acogiendo en pleno corazón de Manhattan a los más famosos diseñadores. Dicha trayectoria, y la fama de su pasarela, le han permitido ostentar durante cinco años el título de capital mundial de la moda.
Londres se ha situado siempre junto a ambas ciudades. Desde la década de los 50 luchó por hacerse un hueco en la alta costura. Gracias a casas de moda como Mayfair o Saville Row o a grandes diseñadores, como Michel Donéllan o Víctor Stiebel, obtuvo su reconocimiento. Un reconocimiento que alcanza ahora su punto álgido, al situarse la ciudad británica como la capital mundial de la moda en 2011, según un estudio del Global Language Monitor –empresa especializada en el análisis de la tendencia de la lengua y su impacto cultural-, que ha rastreado más de 75.000 medios impresos y electrónicos.
Moda y nobleza
La escalada de posiciones de Londres -en 2010 en el puesto tres- ha estado influenciada por la muerte del diseñador Alexandre McQueen y la elección de la Princesa Catalina de uno de los modelos de su firma, diseño de Sarah Burton, para contraer matrimonio con el Príncipe Guillermo de Inglaterra. No en vano, la moda no es ajena a las elecciones de la nobleza. Prueba de ello es el prestigio que ciertas damas han otorgado a los diseñadores luciendo sus vestidos, como la Condesa Mona Bismarck y su predilección por Balenciaga o Alexandra Howard-Johnston, adepta al francés Jacques Fath.
Londres, la ciudad que inspiró la minifalda, núcleo creativo de la música e inspirador de la artes, se sitúa como máximo exponente de la tendencia de moda. De ahí que la firma de lencería Victoria’s Secret tenga previsto instalarse en Londres, al igual que H&M, que saldrá de los almacenes Selfridges para situarse en Oxford Street. Por su parte, McQueen, y tras el éxito de la muestra del Museo Metropolitan de New York, busca un local en Londres para una exposición permanente.
El ranking del Global Language Monitor sitúa tras Londres a Nueva York, París y Milán. No obstante, no faltan en la lista otros emplazamientos tradicionalmente vinculados a la costura. La completan por orden: Los Ángeles, Hong Kong, Barcelona, Singapur, Tokio y Berlín.
Moda y Belleza por Patricia Rivera
